4. ESTILOS ARTÍSTICOS Y MENTALIDADES SOCIALES

Tres tipos de plantas de iglesias, según J.M. Gómez Moreno

Tres tipos de plantas de iglesias, según J.M. Gómez Moreno

a) El mudéjar.

El mudéjar representa la herencia musulmana que se resiste a morir. Es el estilo genuinamente hispánico por excelencia, de síntesis entre lo musulmán y lo cristiano, sencillo, funcional y bello. Por todo esto, a la par que por ser fruto de un profundo y real mestizaje cultural, que la política no fue capaz de desarraigar, tuvo una larga pervivencia entre nosotros.

Consiste en la síntesis de elementos constructivos y decorativos cristianos y musulmanes, con una utilización de técnicas, materiales y mano de obra fundamentalmente musulmana, mientras su religión fue permitida (mudéjares), y moriscos después de la conversión forzosa. Los materiales y sistemas constructivos son de raíz hispanomusulmana: ladrillo, mampostería, yeso, madera ..., como materiales autóctonos, sencillos y de tradición popular. Tendrá una amplia difusión por la baratura de los materiales, la rapidez de ejecución y el menor coste de la mano de obra morisca.

La tipología de iglesias mudéjares de esta comarca almeriense es deudora de los modelos granadinos, pues no olvidemos que este territorio dependía de la diócesis de Granada y por ello edificaban los mismos arquitectos. En ese sentido podemos diferenciar tres modelos creados por el maestro Rodrigo Hernández en el siglo XVI:

Armadura ochavada de la capilla mayor de la iglesia de Abla

a) Iglesia salón, de planta rectangular y una sola nave, normalmente con el coro elevado a los pies, como la iglesia de Aulago.

b) Iglesia salón de una sola nave pero con capilla mayor diferenciada, como la iglesia de la Anunciación de Abla.

c) Iglesia de tres naves con capilla mayor diferenciada, más adecuada para una mayor población, como la iglesia de Ntra. Sra. de la Anunciación de Fiñana.

La autoridad religiosa, consciente de la necesidad de atraerse una población en principio reticente o claramente hostil, en absoluto cristiana de corazón, favoreció la construcción de iglesias y templos parroquiales en este estilo que resultaba más cercano y familiar a los moriscos.

Armadura ochavada de la capilla mayor de la iglesia de Abla

b) El barroco.

Este término define el arte recargado y muy ornamental que caracteriza a Europa Occidental durante los siglos XVII y XVIII. Su origen se sitúa en Italia con la Contrarreforma católica del Concilio de Trento, que obliga a luchar contra el protestantismo con un arte que debe arrastrar y atraer a los fieles hacia la verdad católica. El arte se convierte en un escenario e instrumento que escenifica el dogma cristiano y, por ejemplo, el retablo del altar mayor se convierte en un gigantesco escenario teatral del arte religioso, donde la arquitectura es el marco de la plástica pictórica y escultórica.

Las construcciones más significativas serán iglesias y conventos, como manifestación de una sociedad de fuertes convicciones religiosas, y las viviendas señoriales y palacios, con escudos de armas (símbolo de linaje y pureza de sangre), diseño sobrio y clasicista de la fachada, y portada de acceso en cantería y dotada de sencillas rejerías, elementos que nos hablan de la sociedad estamental del Antiguo Régimen.

En nuestra comarca almeriense la presencia del barroco está garantizada en iglesias y conventos, pero sólo como remodelaciones de la vieja fábrica mudéjar, tal como muestran parcialmente las iglesias de Nacimiento y Alboloduy, mientras que en Gérgal se reorganiza el altar mayor con la escenografía de un camarín dedicado a la Virgen.

Camarín de la iglesia de Gérgal

Camarín de la iglesia de Gérgal

c) El neoclasicismo.

Podemos definirlo como la corriente artística inspirada en las formas del arte clásico grecorromano, que se desarrolla a fines del siglo XVIII y principios del XIX como reacción al recargamiento ornamental del barroco.

Fachada de la iglesia de Nacimiento

Será una manifestación más de la Ilustración del siglo XVIII, donde la razón, identificada con la belleza ideal del arte clásico, se contrapone a la imaginación y al decorativismo barroco. El arte se entiende ahora como instrumento de educación y por ello se establece la Academia de Bellas Artes de San Fernando para supervisar los proyectos artísticos, en este caso las nuevas construcciones.

Las características arquitectónicas mas destacadas son:

a) Severo clasicismo mostrando una eliminación de toda decoración y la valoración de lo estructural.

b) Monumentalidad, proporción, armonía y sencillez como sellos inconfundibles.

c) Ritmos de huecos siguiendo el modelo del arco de triunfo romano, con división en calles simétricas en varias plantas y encuadramiento de vanos.

d) Marcada división de plantas mediante cornisas de separación.

e) Influencia del neoclasicismo académico impuesto por Juan de Villanueva desde Madrid: fuerte clasicismo, efectos de luces y sombra, combinación de ladrillo y cantería...

Las manifestaciones de este neoclasicismo se aprecian en la arquitectura religiosa de Alhabia y Alboloduy, donde una fachada rigurosamente clasicista y sobria de paso a un interior abovedado (ha desaparecido la armadura mudéjar) y donde el crucero bajo la bóveda de media naranja centraliza la planta.

Fachada de la iglesia de Nacimiento

 

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