CAUSAS DEL DECLIVE DE LA POBLACIÓN. 

            La causa de esta fuerte regresión está, como en la mayoría de estos casos, en la degradación y/o destrucción de los hábitats de reproducción e invernada que afectan a ésta y otras especies, y en la actividad cinegética. Cabe destacar que, desde mediados de los años cuarenta hasta la actualidad, han desaparecido aproximadamente la mitad de los humedales españoles, y que tan solo el 1 por 100 de la Península Ibérica puede catalogarse bajo esta denominación, o solo el 0,2 si prescindimos de las marismas (Araujo, 1.992). Resulta significativo que, hasta el año 1.986, estuviera vigente la Ley de 24 de junio de 1.918, conocida popularmente como "Ley Cambó", sobre desecación de lagunas, marismas y terrenos pantanosos. La desecación, contaminación, explotación abusiva de los acuíferos, sustitución por áreas de cultivo de cuestionable rendimiento y urbanización incontrolada, son algunas de sus consecuencias que tanto daño han hecho al patrimonio natural de estos privilegiados y acosados ecosistemas. No menor es el perjuicio que causó y sigue causando la caza furtiva, que ha ocasionado verdaderos desastres en la población.