Especulando en el sistema solidario mundial.
PAPÁ ESTADO QUE ESTÁS EN LOS CIELOS
Venga a
nosotros tu reino.
Fue expulsado del estado español. Lo multaron con 3.240 euros. El “crimen”
de este senegalés: vender 45 DVD de películas y 147 CD de música.
Falsificados todos. Sentencia de un tribunal de Granada. El pasado enero. No
fue a prisión. Pero por no tener permiso de residencia.[1]
Mientras,
la aseguradora AIG se fue arruinando. En Estados Unidos. Sus ejecutivos
derrocharon miles de dólares. En lujos y placer. Directivos de Freddie
Mac. Otra empresa quebrada. Cabildearon a consultores republicanos.
Querían frenar una propuesta de ley. Una que imponía mecanismos de
supervisión a sus “negocios”.[2]
No tiene permiso de residencia. El senegalés. Los encorbatados sí. La
justicia está enladrillada, ¿quién la desenladrillará? el desenladrillador
que la desenladrille, buen desenladrillador será.
Perdona
nuestras deudas.
El plan de
rescate de algunos países de la UE sobrepasa los 2,39 billones de dólares
(1,9 billones de euros). Con ese capital y si es necesario, los estados
podrán comprar participaciones en bancos, garantizar los préstamos entre las
entidades y adquirir activos.[3]
En la otra orilla del charco, el plan de rescate presentado por George Bush
alcanzaría la cifra de 700.000 millones de dólares. Sin embargo, el
gobierno norteamericano ya ha invertido 765.000 millones de dólares
distribuidos de la siguiente forma: 150.000 en devolución de impuestos para
fomentar el consumo, 300.000 para créditos hipotecarios blandos, 200.000 en
la quiebra de las agencias hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac,
y 115.000 en la nacionalización de ciertas empresas como la aseguradora AIG,
que supuestamente serán recuperados con la venta de sus activos.[4]
Dinero
utilizado en USA para afrontar la crisis: 765.000 millones de dólares.
Dinero público para futuros rescates en USA: 700.000 millones de dólares.
Dinero público para futuros rescates en la UE: 2,39 billones de dólares.
Total: 3,85 billones de dólares.
Así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.
La cifra
total del que podría ser el mayor robo de la historia jamás contado,
equivale a la suma del PIB de la India y Turquía en 2007. Multiplica por dos
al de Brasil y al de África. Por tres al de México España o Italia. Por
siete al de Argentina. Por diez al de Uruguay.[5]
La deuda
externa de los países del sur (mal nombrados subdesarrollados) era de 2,5
billones de dólares a inicios de este milenio.[6]
Si el capital dispuesto para salvar bancos, se destinara a salvar países,
seguirían sobrando 1,35 billones. En junio de 2005, el G-8 anunciaba una
reducción de la deuda para cerca de 40 países fuertemente endeudados, por un
monto de 55.000 millones de dólares.[7]
Un pequeño frasco de pomada, si se compara con las costosas y enmarañadas
operaciones quirúrgicas realizadas al sistema financiero.
1400
millones de personas viven en la extrema pobreza[8]
y según la FAO, 923 millones sufren hambre en el mundo (75 más que el año
pasado).[9]
Para erradicarla, el director de dicho organismo reconoció que hacen falta
30.000 millones de dólares anuales. Sólo logró recaudar 7.500 para cuatro
años, arriesgando de esta manera uno de los objetivos del milenio. Comprar
comida hasta el 2015 (en los mismos países afectados y no los excedentes de
USA), costaría 240.000 millones de dólares (30.000 X 8 años).[10]
Seguirían quedando 1,11 billones.
La Ayuda
Oficial al Desarrollo del Gobierno Bush sumó 27.500 millones de dólares en
2005.[11]
Un 2% de lo empleado en sus planes de salvamento. Todos los países ricos
ofrecieron cerca de 100.000 millones de dólares en 2007, pero según
la ONU harían falta 18.000 millones más.[12]
Se podría abonar dicho incremento en los próximos 10 años -180.000
millones- sin exigir cambios en las políticas internas y se dispondrían
aún de 930.000 millones.
Uno de los
objetivos del milenio establece que todos los escolares del mundo deben
acabar el ciclo de primaria en el año 2015 ¿Una fantasía? Según la Alianza
Española Contra la Pobreza, esta meta no se alcanzará en la fecha
estipulada. 75 millones de niños y niñas no están escolarizados, gracias en
parte a que sus estados gastan más dinero en la deuda externa que en
formación. Según dicha Alianza, en el año 2006 los países con rentas bajas
recibieron 5.000 millones de dólares de ayuda directa para educación. No
obstante, harían falta 6.000 millones más para completar el objetivo.[13]
Si se garantizaran hasta el 2015, se precisarían 48.000 millones de
dólares (6.000 X 8 años). Restarían 882.000 millones de dólares.
2.400
millones de personas no tienen acceso a saneamiento adecuado y más de 1.000
carecen de agua potable. 2 millones de niños y niñas mueren al año por
enfermedades que se propagan por el agua sucia y/o instalaciones sanitarias
inadecuadas.[14]
La ONU calculó en 2001 que se necesitarían 23.000 millones de dólares
anuales para proporcionar agua potable y saneamiento a todos los habitantes
del planeta, cumpliendo de esta manera otro objetivo del milenio en 2015.
Una vez más la estimación no se alcanzaba ya que se dirigían 16.000
millones. Asignar los 7.000 millones anuales que faltan significaría un
total de 98.000 millones de dólares (7.000 X 14 años). Todavía
constarían 784.000 millones de dólares.[15]
A nivel
mundial, en el año 2006 morían 72 niños y niñas menores de 5 años por cada
1.000 nacimientos vivos y entre los años 1990 y 2005, la mortalidad materna
apenas disminuyó un 1%. Con estas cifras se está lejos de cumplir uno de los
objetivos del milenio. En el mismo año y según la ONU, se canalizó la rácana
cifra de 3.500 millones de dólares para mejorar la salud materna, neonatal e
infantil. Harían falta 7.000 millones más al año, es decir, 56.000
millones de dólares para los próximos 8. En la alcancía aún
repiquetearían 728.000 millones.[16]
Decenas de
millones de personas fallecen al año por SIDA, tuberculosis, malaria y otras
enfermedades. En 2006 se estimó que la cifra para lograr conseguir el
objetivo del milenio en cuanto a la reducción de la mortalidad por estas y
otras patologías, debería ser de 20.000 millones de dólares. Huelga decir
que no se ha logrado reunir dicha suma. Si se tomara como referencia y se
abonara hasta el año 2015, se necesitarían 200.000 millones de dólares
(20.000 X 10 años).[17]
Aún existirían 528.000 millones para seguir cambiando el mundo.
10
millones de jóvenes mueren al año de neumonía, sarampión y tétanos, según
Save The Children. El tratamiento por persona en cada una de estas tres
enfermedades costaría 30 céntimos de euro, 15 y 40 respectivamente.[18]
Aplicar todos los tratamientos supondría un monto total de 10 millones de
dólares. A dólar por niño. Calderilla. Vergonzoso.
A modo
general, para avanzar en la consecución de los objetivos del milenio harían
falta 150.000 millones de dólares anuales hasta 2010. En septiembre de 2008,
en un encuentro celebrado por la ONU en Nueva York, los países desarrollados
sólo lograron aportar 16.000 millones.[19]
Una broma de mal gusto si se compara con las ingentes cantidades aportadas
para lubricar el sistema bancario mundial.
En la
Cumbre del Milenio del 2000, se constituyeron una serie de metas a cumplir
en el año 2015. Se denominaron objetivos del milenio y la mayoría se han
relatado en este artículo. Posiblemente serían accesibles e incluso se
podría aspirar a mucho más, si se empleara de una forma más altruista el
dinero público disponible para salvar a bancos corruptos. Probablemente
seguiría sobrando dinero que se podría destinar a otros fines. Por ejemplo,
para reducir el analfabetismo a la mitad, que según la UNESCO, afectaba a
700 millones de personas en 2005. Dicho objetivo se fijó en el Foro de Dakar
y requeriría 26.000 millones de dólares.[20]
No nos
dejes caer en la tentación.
El 27 de
octubre, rebelion.org publicaba un amplio artículo de Éric Toussaint,[21]
sobre las causas de la crisis alimentaria. El autor narraba como el banco
belga KBC, inició una campaña publicitaria para animar a la ciudadanía a
invertir en seis alimentos básicos. Sus anuncios proclamaban sin pudor
alguno: “¡Sacad ventaja del alza de precios de los productos
alimentarios!”. Según Toussaint, la publicidad presentaba como una
“oportunidad” la “penuria de agua y de tierras agrícolas explotables”,
que deriva en “una escasez y una consecuente alza de precios de los
productos alimentarios básicos”.
[22]
Casual y
paradójicamente, ese mismo día, los medios de comunicación informaban en sus
páginas de economía que el gobierno belga había decidido inyectar 3.500
millones de euros al KBC.[23]
¿Servirá el capital público para promover y agudizar el hambre a través de
la especulación en la alimentación? Y la gran duda que me acongoja tras
escribir este artículo ¿Podrá pagar la comida el senegalés expulsado por
vender DVD piratas?

[21]
Presidente del CADTM-Bélgica
(Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo).