ESTADO ACTUAL DE LAS RAZAS AUTÓCTONAS DE ALMERÍA EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

©Pedro López Acosta

 

©Edición digital Almediam, abril de 2003

 

Índice

 

1. Introducción

2. Antecedentes de las razas autóctonas

3. Estado actual

BOVINOS  Levantina
Pajuna
PORCINO
EQUINO Asno andaluz
CAPRINOS Blanca serrana andaluza
Negra serrana variedad cárdena
Celtibérica.
Rayada
CANINAS Carea castellano
Pastor catalán o perro carea
AVÍCOLAS Gallinas
Pavos

4. Actuaciones propuestas más urgentes

5. Conclusiones finales

6. Bibliografía

 

 

 

1. Introducción

 

El motivo del presente trabajo se justifica como una llamada de atención ante la precaria situación por la que atraviesan los escasos efectivos de las razas ganaderas autóctonas de Almería, sumidas en una profunda crisis, que es el reflejo directo del hundimiento de la cultura rural y de unos sistemas de explotación agraria y ganadera sostenible y de una honda tradición secular.

 

Diariamente van desapareciendo sin que nadie levante la voz de alarma, razas de ganado vacuno, ovino, caprino, equino, porcino y aviar. Extinciones que, según la F.A.O., alcanzan valores de 200 razas semanales en el mundo. Sin ser alarmistas, los datos hablan por sí solos de la gravedad de la situación. 

 

Es sin duda, resultado de la tendencia uniformadora que caracteriza a la agresiva ganadería industrial moderna, añadido a la indiferencia de la Administración y de la sociedad en general.

 

Sin embargo, la preocupación por la conservación de los recursos genéticos del planeta se acentúa a medida que el deterioro se hace más patente, y debido tanto a la rápida desaparición de razas y estirpes como a la absorción genética de muchas de ellas por otras seleccionadas con objetivos exclusivamente productivistas.

 

Actualmente, las sociedades más cultas van siendo conscientes de la necesidad de conservar el patrimonio genético que representa el conjunto de las razas de animales domésticos rústicos de cada comarca.

 

Muy sucintamente enunciaremos los motivos del declive de las razas autóctonas españolas según García-Dory y Martínez Vicente:

 

- Intensificación del Plan Nacional de repoblaciones iniciado en 1940.

- La entrada en España de la peste porcina africana, afectando fuertemente al ganado porcino autóctono mermándolo en más de un 90%.

- La puesta en marcha en la década de los 60 de los sucesivos planes de desarrollo que estimulados por el Informe del Banco Mundial, contemplaban la expansión de la ganadería intensiva.

- Entrada masiva de ganado seleccionado a partir de los años 20.

- Mecanización del campo.

- Hundimiento general del mundo rural, por una asociación de motivos socio-económicos complejos.

El origen de todo este fenómeno se fraguó por el cambio brusco profundo de una ganadería extensiva basada en recursos naturales renovables y de origen nacional, a otra intensiva, alimentada básicamente con productos de un elevado contenido energético y de procedencia extranjera, ganadora de cantidad lo que se perdió en calidad, economía e independencia.

La divulgación de ciencias como la ecología o la etnología, la preocupación por el medio ambiente y por el acervo cultural histórico de los pueblos, ha creado en la última década una fina sensibilidad en los medios etnozoológicos por todo lo que supone las razas autóctonas.

 

La pérdida de estas razas es, ante todo, un asunto de supervivencia antes que una añoranza más o menos romántica. Pero si en España existe una mayor o menor indiferencia generalizada hacia cualquier proyecto de conservación de la vida silvestre, más aún lo hallamos en cuanto al patrimonio cultural que suponen las razas de animales domésticos rústicos.

 

Desgraciadamente se ha perdido o están a punto de perderse bastantes razas de las diferentes especies domésticas, algunas de ellas, de gran calidad y posibilidades económicas.

 

2. Antecedentes de las razas autóctonas

 

Nadie niega hoy la influencia ejercida por el medio geográfico en el acuño de la personalidad de cada pueblo, sus gentes, y sus animales. Un rico mundo de mutuas influencias entre el entorno físico-geográfico y el grupo humano ha ido configurando privativos modos de vida, utilizaciones características de los animales domésticos cuya especialización alcanza en algunos casos el límite de lo sublime.

 

Los animales domésticos, como todas las formas de vida, son resultante de una larga evolución filogenética durante la cual se han visto modelados por las fuerzas naturales. Esta íntima comunión entre la especie y el hábitat, parece modelar dentro de esa especie un conjunto de animales en todo compenetrados en el medio ambiente en que se desenvuelven, implicó la creación de múltiples razas que caracterizarían a una región geográfica determinada. Este hecho les confiere una superioridad innegable en dicho medio sobre otras razas y ha obligado a designar a los animales de un mismo grupo étnico por su zona geográfica de origen, y/o por un carácter morfológico.

 

 

3. Estado actual

 

A continuación, describiremos como se encuentras las razas más necesitadas de ganado autóctono de Almería ante una cantada extinción inminente.

 

BOVINOS

 

©Pedro López Acosta

 

Levantina

Almanzoreña (Ecotipo de vega). Esta raza ha sido posiblemente la más característica de Almería. En la actualidad, se encuentra prácticamente extinguida, aunque en un pasado cercano estuvo bien representada por toda la Provincia y con unos efectivos notables, especialmente en las vegas del Andarax y Almanzora. Así, en este último lugar, existió hasta el año 1977 en el término municipal de Tahal. Diez años antes, se perdía la última yunta en Bacares. Por tanto, en las décadas de los 60 y 70 se consuma su desaparición en el Valle que le dio nombre a la raza.

A principios de los años 90, nos comunicaron que aún quedaban seis ejemplares de esta raza en Cuevas de Almanzora, pero este dato nunca lo hemos podido confirmar.

En estos momentos tan solo queda en la Provincia un pequeño lote de veinticinco ejemplares en La Cañada.

Serrana de Panés (Ecotipo de montaña). Sólo nos resta una yunta testigo en Fiñana, la cual está hibridada con toros de pajuna, ya que no quedan sementales de esta raza en la comarca.

Pajuna.

Línea de Sierra Filabres. De esta interesante raza, asociada a los pastizales de las altas montañas béticas, contamos con una ganadería de 40 ejemplares en Escúllar, de gran pureza racial, aunque conviven en la misma explotación con animales de raza charolesa, de forma que el toro charolés cubre a las vacas pajunas para obtener terneros precoces de gran calidad cárnica.

Línea de Sierra Nevada. Esta Sierra es la cuna de la raza, sin embargo, en la Sierra Nevada almeriense tan solo un pequeño lote de 13 ejemplares, en Bayárcal, es todo cuanto hay de esta rústica raza.

PORCINO

Línea de cerdo ibérico de Andalucía Oriental. En nuestra provincia, y a tenor de nuestros datos, esta raza está extinta. En la década de los años 70 irrumpió en nuestros pueblos el conocido cerdo long white haciendo desaparecer por eliminación y absorción nuestros cerdos ibéricos autóctonos. Hasta estas fechas estaban presentes en Almería los cerdos ibéricos lampiño y entrepelado y el chato murciano.

De los dos primeros tenemos constancia que aún subsisten en la vecina provincia de Granada, aunque de forma residual. Del chato murciano, ausente de Almería, sobreviven según los últimos censos no más de 25 ejemplares.

 

EQUINO

Asno andaluz.

En las últimas décadas, ha sufrido un fuerte declive como consecuencia de la mecanización del campo y las labores agrícolas. Hoy día, subsisten escasos ejemplares asociados a formas de explotación agrícola de economía de subsistencia y a áreas de montaña donde no han proliferado en exceso las pistas forestales.

No disponemos de ningún censo de esta especie a nivel provincial pero estimamos que su número se sitúa en torno al centenar o centenar y medio de ejemplares, aunque en los últimos cinco años el censo se mantiene, incluso aumenta levemente por las labores de conservación de algunas asociaciones y particulares.

La supervivencia de esta raza, tan ligada a la actividad humana en el campo, se garantizaría si tuviera su subsistencia una justificación económica.

En los últimos años, se han sugerido algunas ideas que paliarían en parte esta situación. La utilización del asno en actividades de turismo rural y educación ambiental es una de ellas, pero sobre todo, utilizándolo en actividades de explotación forestal, para sacar madera del monte, donde no pueden entrar las máquinas forestales (por fuertes pendientes, altas densidades de pinos, etc.) o su trabajo fuese poco eficaz. En este segundo caso, tiene la última voz la Administración que puede exigir en los pliegos de condiciones técnicas de las obras que subasta a empresas varias, dicha obligatoriedad.

 

CAPRINOS

 

©Pedro López Acosta

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Blanca serrana andaluza.

La situación de esta raza si no es extrema, si es bastante preocupante, ya que casi ha desaparecido de comarcas enteras, así subsisten precariamente escasos ejemplares en la Sierra de Gádor y Filabres (Benizalón y Gérgal) y con algo más de holgura se encuentra en Cabo de Gata (Níjar) y Sierra Cabrera (Turre).

Negra serrana variedad cárdena.

Los únicos ejemplares existentes en nuestra provincia de esta rústica raza se encuentran en Sierra Nevada (Bayárcal) con un lote de unos 200 ejemplares en manos de un único propietario.

Celtibérica.

De esta raza tan solo hay ejemplares escasos y dispersos en distintas ganaderías sin llegar a constituir grupos numerosos, ni de gran pureza racial (resaltamos el municipio de Velefique). Por tanto, su presencia en la provincia es más bien anecdótica.

Rayada.

Esta raza exclusiva de las cumbre de Sierra Filabres no está considerada como tal, no obstante, tiene características físicas y etológicas diferenciadas por lo que debiera estudiarse para saber si es merecedora de este reconocimiento antes que desaparezcan los escasos ejemplares que aún subsisten.

Debemos de decir a tenor de la información dada por los ganaderos, que esta raza es la más rústica y dura de todas cuantas viven en la Provincia.

Por último decir, que la situación que atraviesa el ganado caprino no lechero autóctono y en pureza racial, en estos últimos años es de fuerte declive ya que los ganaderos tienen un cúmulo de dificultades entre las que destacamos, a nuestro entender, y por orden de importancia las siguientes:

La prohibición que sufre este ganado de pastorear en los montes del Estado. Esta absurda prohibición ha provocado la casi total extinción de la raza blanca serrana y rayada. Por ello, proponemos que un porcentaje determinado del ovino que entra a pastar a las repoblaciones adultas de pinos en zonas de montaña, sea de caprino. Para ello pensamos que un porcentaje hasta un 10% y un número máximo de 25-30 ejemplares sería suficiente para conservar las razas de las que hablamos, provocando además efectos beneficiosos en el pastoreo. Por un lado, abriendo paso en los barrancos y vaguadas intrincadas de matorral espinoso como zarzas, escaramujos, arlos, etc. Facilitando con ello el trasiego en el monte del ganado doméstico y de la fauna silvestre, así como practicar un "pastoreo itinerante" en el que la cabra anda continuamente y "tira" con ello al ganado ovino que no se queda mucho tiempo en el mismo lugar y no recome, por tanto, más intensamente la vegetación pastada.

Las coyunturas actuales de forestación de terrenos agrícolas marginales restan superficie al pastoreo de estos animales, pero este no es el verdadero problema. El principal problema deriva de la parcelación del territorio interrumpiendo y dificultando el movimiento de animales ya que estas forestaciones, en numerosas ocasiones, y más frecuentemente de lo deseable, son realizadas sobre "caminos de carne"; cañadas, cordeles, veredas, coladas, etc. de dominio público.

Por último, numerosos pastaderos tradicionales para el ganado ovino y caprino han sido acotados para el ejercicio de la caza, prohibiendo los titulares de los mismos la entrada de ganado durante todo el año por un supuesto perjuicio a la perdiz roja y al conejo de monte.

CANINAS

Carea castellano.

Este perro pastor tan ligado a la imagen tradicional del pastoreo extensivo de ovino y caprino en la zona centro y sur de España, aún sin estar reconocida oficialmente como raza, tiene en nuestra provincia una presencia menguada de efectivos.

Se encuentra ante la indiferencia y abandono más grande. Por un lado, el ganadero presta poca atención al tema de la hibridación con otras razas afines con lo que genéticamente se diluyen los rasgos que lo reconocen y definen como tal. Por otra parte, existe la creencia infundada que la raza de perros foráneos son mejores que los perros autóctonos sin ser estos conocidos mínimamente.

El patrimonio que poseemos de razas autóctonas a nivel de España y a nivel de Comunidades Autónomas está aún inconclusa su inventariación y aún mas su definición y caracterización.

La distribución de esta raza por Almería no se encuentra en comarca alguna, sino más bien un poco por todas partes donde destacarían los municipios de Alcóntar y Tabernas que cuentan con escasos ejemplares aún no hibridados del todo.

Pastor catalán o perro carea.

Esta raza tan antigua y sobria, a pesar de su nombre, es tan propia de nuestras tierras almerienses como las de Cataluña salvo que en esta comunidad, desde principios de siglo se dio importancia creando un club de la raza así como numerosas exposiciones caninas con lo que se acuñó en un pasado cercano el nombre de la raza.

La característica principal de la raza es su proverbial inteligencia, con iniciativa en su trabajo y gran resistencia a la fatiga. Perro vivaz, valiente, fuerte con un carácter alegre y cariñoso.

En la provincia de Almería, al igual que le ocurre al carea castellano, tiene escasos efectivos y dispersos en manos de unos pocos ganaderos. Destacamos su presencia en el Alto Andarax y Alto Almanzora, aunque eso sí, siempre en pequeño número.

Con respecto al concepto de razas caninas diremos que la aparición de estas primeras no fue obra de una selección artificial aplicada por el hombre, esta no aparecería de forma racional hasta el siglo XIX, sino producto de una selección natural impuesta por el ambiente doméstico donde estos perros se asentaban. 

AVÍCOLAS

Gallinas

©Pedro López Acosta

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©Pedro López Acosta

Zararías. Esta fue en un pasado reciente la gallina autóctona más extendida y conocida en la provincia de Almería. En la actualidad, está prácticamente extinta, dado que las gallinas ponedoras importadas de EE.UU. han barrido a las autóctonas o las han absorbido genéticamente.

Las principales características de la raza es su gran tamaño (respecto a las gallinas mediterráneas), plumas barradas gris ceniza y blanco al igual que el plumaje del pecho del azor. Los huevos son de color blanco como el resto de las gallinas mediterráneas.

Disponemos de escasos ejemplares provenientes de algunos cortijos de Sierro, Senés y Chirivel con los que estamos intentando recuperar nuevamente la raza.

Negra andaluza. Esta raza se distribuye por la provincia únicamente por la comarca de Níjar. Presenta un tamaño menor que el dado oficialmente para la raza por el profesor Orozco. Como su nombre indica esta gallina es de pluma negra y piel amarilla con el plumón de color blanco. Estas dos últimas características la diferencian de la castellana negra que, a pesar de ser negra, tiene la piel negra y el plumón también negro

Castellana negra. En nuestras numerosas visitas por los cortijos y mercados de la provincia solamente hemos encontrado, unos pocos ejemplares en un cortijo de Escúllar con lo que la raza se puede considerar desaparecida a tenor de los resultados obtenidos. Paradójicamente, es una de las gallinas que presentan la dualidad de rusticidad y producción, siendo por tanto, la gallina más ponedora de todas cuantas hay en España igualando y sobrepasando (200-250 huevos/año) a las delicadas y selectas gallinas ponedoras de importación.

Andaluza perdiz. Esta gallina de tamaño mediano-grande, estéticamente es una de las más bonitas de todas cuantas hay en España, conservando el plumaje de los ancestrales bankivas silvestres del sureste asiático del que provienen todas las razas del mundo. Solamente hemos observado ejemplares de gran pureza racial en Rioja. No obstante, en el resto de la provincia se encuentra presente pero hibridada con otras disminuyendo casi a la mitad el tamaño estándar de la raza.

Andaluza azul. Esta raza se extinguió de Andalucía hace algún tiempo, pero recientemente se ha podido recuperar trayéndola de nuevo de Inglaterra, ya que hace unos 200 años, los aficionados ingleses a las gallinas las llevaron a su tierra provenientes de las inmediaciones de Gibraltar.

Nos han comunicado que esta raza era abundante en algunos cortijos de Olula de Castro hasta hace unos 20 años.

Existen algunas razas más de las descritas que aun no se encuentran clasificadas y que estamos intentando recuperar.

Pavos

©Pedro López Acosta

Negro. Casi desplazado del todo por el archiconocido pavo blanco que resulta más precoz en el crecimiento y presenta una carne más blanda, y, por tanto, más apetecible por el consumidor.

Todavía quedan ejemplares aquí y allá en algunos cortijos de la provincia.

Roano. Esta raza de pavo, según nuestros datos, está ya extinta al menos a nivel provincial, y posiblemente a nivel absoluto.

El color que presentaban estos grandes pavos era un gris ceniza barrado algunas veces en marrón

 

4. Actuaciones propuestas más urgentes

 

El primer paso sería la constitución de una asociación dedicada exclusivamente a estos temas tan específicos. Pensamos, como punto de partida, es esencial aunar esfuerzos englobando ganaderos y aficionados que estén interesados en los objetivos antes citados sobre la cría y difusión de las razas de ganado autóctono en el ámbito provincial, así como potenciar la creación y desarrollo de redes para la recuperación e intercambio de razas y conocimientos

 

A continuación, se debieran inventariar todos estos recursos antes que desaparezcan totalmente, sin haber llegado a tener constancia fehaciente de que alguna vez hayan existido.

 

La metodología ha utilizar sería la habitual en estos casos detallando razas, estructura poblacional, efectivos, distribución, estado en el que se encuentran, perspectivas futuras más inmediatas, etc.

 

El primer apartado ya está realizado fundando la que se llamará de ahora en adelante ASOCIACIÓN PARA LA PROTECCIÓN DE LAS RAZAS AUTÓCTONAS DE ALMERÍA. El segundo apartado, aunque en fase de realización, está ya muy avanzado.

 

La Administración tiene una responsabilidad, aún no cumplida, para garantizar la conservación, al menos en pequeños lotes, de las razas que se encuentren en peligro inminente de extinción. Consideramos, en el caso de los bovinos almanzoreños y pajunos, es urgentísima una intervención decidida para mantenerlos no sólo en bancos de semen sino con ejemplares vivos en fincas de la Administración Pública.

 

Apertura de Libro Genealógico, de al menos las razas que se presten a ello, empezando claro está por las que se encuentran en una situación límite como los antedichos bovinos almanzoreño y pajuno. Este apartado es importante ya que una serie de razas existen y están presentes desde tiempo inmemorial, pero oficialmente no son consideradas como tal por la ausencia de un libro de registro de razas.

 

Estudiar y promover la creación en alguna comarca ganadera de Almería, Escuela-Taller, Casa de Oficios, Granja Escuela o cualquier otra iniciativa bien pública o bien privada relacionada con el tema tratado. El objetivo básico sería recuperar los conocimientos tradicionales de ganadería extensiva con especial énfasis en el aprovechamiento de los pastos de montaña de la raza pajuna, aprovechamiento de la montanera de los encinares de la provincia por parte de los cerdos ibéricos así como el asno andaluz en su vertiente de trabajo y turismo rural entre otros.

 

Con todo esto, pretendemos no sólo la formación de gente joven que pretenda autoemplearse o formar cooperativas, sino también el mantener las razas en las citadas granjas escuelas, compañía al hombre, museos agrícolas, granjas museo y parques naturales.

 

En este apartado, la Excelentísima Diputación Provincial de Almería tiene mucho que decir, que hacer y en definitiva, la última palabra.

 

La utilización de las razas ganaderas autóctonas para su conservación con la educación ambiental tiene un pilar fundamental. Así, en palabras de Joaquín Araujo, la educación ambiental, en esencia, no es otra cosa que la puesta en práctica de los conocimientos tradicionales de la agricultura y ganadería ecológica.

 

Una forma importante de disminuir los costes de conservación de razas es usarlos para actividades de ocio o lúdicas, cuya demanda va en aumento según lo hace el nivel de vida (Maijalá, 1987).

 

Dar a conocer al público en general, más allá de pequeños círculos de especialistas en el tema, la importancia tan grande que representa el mantenimiento, no sólo ya las propias razas autóctonas sino también esa cultura pastoral tan antigua comparable al legado de monumentos u obras de arte dejados por nuestros antecesores como herencia cultural.

 

Establecer prioridades en la organización de la conservación de las razas, así Orozco (1987) propone el desarrollo de programas oficiales con granjas propias apoyándose parcialmente en granjas particulares, así como en las empresas privadas interesadas en la conservación tipo zoos.

 

Por otra parte, debiera destacarse también la posibilidad de conservación de razas autóctonas dentro de parques naturales, al igual que se conserva la flora, la fauna, el paisaje, la arquitectura de la zona, etc., y por qué no, también dichas razas (especialmente si son raras y atractivas para el público) que se han formado y configurado en este espacio geográfico durante un dilatado espacio de tiempo, como un elemento más de la idiosincrasia de esa comarca.

 

 

5. Conclusiones finales

 

La metodología de trabajo a seguir, propuesta por nosotros, sería la dada por Rognoni y Finzi (1984), que clasifican los programas de conservación en prioritarios, a medio y largo plazo. Los primeros cubrirían todas las especies y se realizarían con financiación pública. Los programas a medio plazo tendrían por objetivo aumentar el número de animales de cada raza y reducir la pérdida de variabilidad genética. Los programas a largo plazo tendrían un significado económico por medio de la revaluación de las razas locales para la utilización de tierras marginales.

 

La producción económica en zonas marginales no hay que despreciarla pues es muy interesante desde el punto de vista estratégico por sus repercusiones sociales y económicas, por tanto, la adaptación de lotes autóctonos a las condiciones locales desfavorecidas puede ser crucial en la eficacia de la producción de estas áreas, es decir, la pérdida de estas razas provocaría aparte de la pérdida en sí de la raza, el desaprovechamiento de recursos (por ejemplo, determinados pastos) que sin estos animales se perderían sin ningún aprovechamiento para nadie, empobreciéndose la zona con ello más de lo que aún está.

 

Los efectos sociales perversos que acarrearía la pérdida de razas autóctonas, constituye, asimismo, una inapreciable reserva genética y contribuye a paliar los desequilibrios regionales y a facilitar unos ingresos mínimos en zonas donde no existe otro medio de vida, evitando al mismo tiempo la despoblación total de dichas zonas, amén de los graves perjuicios ecológicos que ello acarrearía.

De cara al futuro, el problema se centra en las condiciones de producción y demanda del consumidor que pueden cambiar, lo cual obliga a mantener la diversidad genética como un seguro ante tales futuras contingencias, acrecentándola más en las zonas con escaso nivel de desarrollo (Rodero Serrano et al.).

 

En algunas ocasiones se han escuchado comentarios como los que afirman que la pérdida de razas domésticas, no es ningún gran problema medioambiental puesto que, como han sido creadas por el hombre, si se extinguen, sería fácil su "recreación", como es el caso de algunas razas modernas de perros. Nada más lejos de la realidad. Algunas razas son antiquísimas incluso anteriores a la llegada del propio hombre a algunas zonas de la Península Ibérica, siendo por tanto, descendientes directos de animales salvajes ya extinguidos en libertad. Así, por ejemplo, se sabe que el caballo pottoka navarro lleva en esta zona más de 30.000 años, mucho antes que el hombre llegara a estas tierras, o nuestras bellas y rústicas vacas pajunas que, a decir de Aparicio, son descendientes directos de los toros salvajes europeos (Bos taurus primigenius), extinguidos por la mano del hombre en los bosques de Polonia en el siglo XVII.

 

Los ganaderos son los protagonistas de una acción, mantenida durante siglos, de modelado del paisaje, así en palabras de González Bernárdez "muchos de los paisajes que la gente puede considerar naturales, no son más que la realización secular de un proyecto de escenario productivo que reúne las características que permitían a la vez la producción, la estabilidad y la amortiguación de las fluctuaciones de un clima adverso, así si nos preocupa la diversidad biológica, la riqueza del paisaje y la estabilidad de los ecosistemas europeos, debemos prestar atención primordial a estos sistemas humanos de uso de la tierra, de tan hondas raíces culturales, etológicas y éticas.

 

La crisis de la sociedad pastoril ha acarreado problemas ambientales graves de los que en estos momentos estamos en una situación comprometida como son los grandes incendios forestales, la expansión del matorral, la regresión de los pastizales y bosques naturales, la decadencia de la arquitectura rural y el despoblamiento de las zonas de montaña.

 

Así, Derek Denniston escribe: "Para abundar de forma objetiva los problemas a que se enfrentan los pueblos de las montañas en sus afanes por conservar sus formas de vida, serán necesarios enfoques y proyectos novedosos basados en el principio de que la riqueza y fragilidad de los ecosistemas montañosos, en combinación con la diversidad de su cultura, crean condiciones distintas y, asimismo, ofrecen ventajas comparativas. El elemento prioritario que se tiene en cuenta en estos proyectos es el vínculo inquebrantable entre las culturas locales y sus ecosistemas: no es posible conservar lo uno sin lo otro".

 

 

6. Bibliografía

 

BENITO RUIZ, EDUARDO. Las razas caninas españolas. 1992.

 

CONSEJERÍA DE AGRICULTURA Y PESCA. Junta de Andalucía. Conservación de razas autóctonas andaluzas en peligro de extinción. 1994.

 

GARCÍA DORY, M.A. Guía de campo de las razas autóctonas de España. 1990.

INTEGRAL. Varios números de la revista.

 

MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN. Catálogo de razas autóctonas españolas. I Especie ovina y caprina. 1985.

 

OROZCO PIÑAN, FERNANDO. Razas de gallinas españolas. 1989.

 

QUERCUS. Varios números de la revista.

 

RUIZ, JUAN PEDRO. Ecología y cultura en la ganadería de montaña. 1986.

 

SANCHEZ BELDA, ANTONIO. Razas bovinas españolas. 1984.