GEOLOGÍA

Salinas de Terreros parcialmente inundadas

 La localidad estudiada se encuentra situada en el área Suroccidental de la Zona Bética, la más meridional de las zonas en las que se subdividen las Cordilleras Béticas y que se formaron durante la orogenia alpina.

El relieve del municipio de Pulpí puede interpretarse como una fosa tectónica, originada por fractura y hundimiento de grandes bloques, posteriormente rellenados por materiales sedimentarios más modernos. Rodeando la fosa aparecen la Sierra del Aguilón y la Cuerda de las Palomas, formados por diversos mantos del movimiento alpino.

Se pueden distinguir en el área cuatro grandes complejos tectónicos que, de abajo  arriba, están constituidos por el Complejo Nevado - Filábride, Complejo Ballabona - Cucharón, Complejo Alpujárride y Complejo Maláguide. Además de estos materiales paleozóicos y mesozóicos, aparecen rocas sedimentarias posteriores entre los que se distinguen materiales neógenos postorogénicos y sedimentos cuaternarios. Son precisamente estos últimos los que aparecen en las Salinas de Terreros en forma de conglomerados y areniscas pliocenos.

Según la clasificación de suelos de la FAO - UNESCO (1974), las unidades reconocidas en Pulpí son las siguientes:

        Litosoles.

        Fluvisoles.

        Regosoles.

        Regosoles margálicos.

        Regosoles lisólicos.

        Xerosoles.

        Xerosoles cálcicos.

        Xerosoles petrocálcicos.

        Xerosoles gípsicos.

        Solonchaks.

 Los suelos más representativos de las Salinas de Terreros son los Solonchaks. Su principal característica es la de poseer un alto grado de salinidad. Son suelos profundos prácticamente húmedos en todo su perfil. En superficie presentan eflorescencias salinas y en profundidad numerosas manchas ocres y rojizas. Están ocupados por vegetación halófila especializada de gran interés ecológico y son totalmente improductivos a nivel agrícola.

Un elemento geográfico destacable y que interviene directamente en la dinámica de estas salinas, es la Rambla de los Pérez a la que se une el Arroyo de los Cazorlas. Esta Rambla, que desemboca en el mar pasando antes por las salinas, es la responsable de la mayor parte del aporte de agua por escorrentía superficial. No presenta un curso de agua permanente aunque, en el caso de producirse lluvias torrenciales, pueden aparecer avenidas de gran intensidad.  

Por último, cabe destacar la presencia de tres sistemas acuíferos en la zona, aislados entre sí, siendo el sistema acuífero litoral el que afecta a las salinas. Está formado por rellenos cuaternarios que ocupan las depresiones entre las cuarcitas y micaesquistos alpujárrides que afloran hacia el litoral, formando una estructura impermeable. La sobreexplotación del acuífero ha potenciado el proceso de intrusión marina que sufre en la actualidad, por lo que no se realizan bombeos sobre el mismo