EL MEDIO FÍSICO

Salinas de Terreros: Panorámica

 CLIMA

 Las condiciones climatológicas del municipio de Pulpí están condicionadas por parámetros geográficos y orográficos, comunes a gran parte del Sureste Peninsular. La subsidencia del relieve y la continentalidad de este área, le confieren un bajo índice pluviométrico. Así, las borrascas procedentes del Atlántico, cargadas de humedad, van sufriendo un proceso de desgaste por fricción contra la orografía hasta llegar exhaustas a estas costas. Dentro del contexto andaluz cabe recordar que se encuentran "a la sombra" de las Cordilleras Béticas y en el ámbito provincial a  la de complejos montañosos como los de Sierra Nevada, Sierra de Gádor, Sierra de Filabres,  Sierra de las Estancias, Sierra María, Sierra de Cabrera, Sierra de Bédar y Sierra Almagrera. Esta situación va a favorecer la aparición de procesos de erosión grave y desertización (TOARIA, 1990).

 A nivel local, cabe destacar la influencia de las sierras litorales en la aparición de ciertas variaciones climáticas. Así, las zonas que quedan a espaldas de la influencia marina directa, como es el caso de las laderas situadas al Oeste de las Sierras de los Pinos y El Aguilón, presentan  mayores contrastes termométricos y un mayor índice de precipitaciones, debido en parte al efecto foën, en comparación con la zona de costa (LAHORA & SÁNCHEZ, 1993).

 El clima de la zona puede clasificarse como mediterráneo semiárido (CAPEL, 1990), caracterizado principalmente por precipitaciones anuales medias inferiores a los 300 L.m5, habitualmente de carácter torrencial, concentrándose durante el otoño y la primavera, siendo prácticamente inexistentes durante el estío. Los veranos son largos y calurosos, mientras que los inviernos moderadamente suaves aunque pueden presentar heladas ocasionales. Otro factor condicionante es la humedad relativa elevada que contrarresta la escasez de precipitaciones y la elevada insolación próxima a las 3.000 horas anuales.

 Los vientos dominantes son los del tercer cuadrante o "levantes" (Este y Sureste) que se caracterizan por ser húmedos, frescos y moderados; los "ponientes" (Oeste y Suroeste) suelen ser cálidos y secos, alcanzando mayor velocidad. Por último, los vientos procedentes del Sur y Norte, más escasos, aportan calor o frío respectivamente (LAHORA & SÁNCHEZ, 1993).

Según datos de la Confederación Hidrográfica del Sur, la precipitación media anual durante las últimas  tres décadas es de 263 L.m5. Sin embargo ha habido años especialmente lluviosos como 1969 y 1989, con 634 y 778 L.m5 respectivamente, y otros extremadamente secos como 1961 y 1981, con tan solo 93 L.m5. Estas oscilaciones han sido ampliamente estudiadas por algunos autores, aunque resulta atrevido realizar pronósticos a medio y largo plazo. Según estas mismas fuentes existen constataciones históricas de lluvias torrenciales; así, en marzo de 1986 se registraron 153 L.m5 y en septiembre de 1989 130 L.m5. Estas precipitaciones suelen coincidir con el fenómeno denominado "gota fría", característico del Mediterráneo español (CAPEL, 1990).

 Al aplicar el método de Thornthwaite, el índice de evotranspiración potencial en el área es de 913 mm., no existiendo períodos a lo largo del ciclo anual con superávit de agua en el suelo, alcanzando sus máximos durante el estío (LAHORA & SÁNCHEZ, 1992). Estos datos son comparables al entorno próximo a la localidad (ICONA, 1989) 

Durante los años especialmente lluviosos, las Salinas de Terreros permanecen parcialmente inundadas durante períodos variables, dependientes de los distintos meteoros descritos. Esta situación  está en relación con la localización de los charcones salinos dentro de un área deprimida y sobre la que desaguan directamente ramblas como la de Los Pérez, de lo que se puede inferir que previamente a la construcción de las mismas la zona tenía las características de un saladar costero con interconexión marítima. En este sentido, cabe destacar que en su origen la mayoría de las salinas mediterráneas presentaban un patrón similar, antes de su aprovechamiento y explotación humana.