3.0.- PRINCIPALES BIOTOPOS DE SIERRA NEVADA En cuanto al reino animal, se puede afirmar que no existe una fauna nival propiamente dicha, al igual que ocurre en otros sistemas montañosos de la Península Ibérica. En todo caso, los únicos habitantes permanentes de estas altitudes son el Acentor alpino (Prunella collaris) como representante de las aves y el Topillo nival (Miaotus nivalis), dentro de los mamíferos, especie perfectamente adaptada a este biotopo y capaz de sobrevivir durante el crudo invierno bajo la protección de las sofisticadas galerías que construye bajo la nieve. Otras especies como la Comadreja (Mustela nivalis), se adaptan bien a este hábitat tan restrictivo; aunque sus guaridas permanecen en los roquedos circundantes, incluyen a los prados nevados de alta montaña como zona de caza, donde son uno de los predadores del Topillo nival (Miaotus nivalis) y de algunas aves como la Perdiz roja (Alectoris rufa) adaptada a casi todos los biotopos nevadensese, o el Mirlo capiblanco (Turdus torquatus) frecuente en estas altitudes. Los auténticos representantes de este nicho ecológico son algunos invertebrados, sobre todo ciertos insectos que viven en estas alturas y no abandonan el biotopo con la llegada del invierno, sino que adoptan diferentes estrategias de supervivencia, bien muriendo el adulto tras la puesta de los huevos que eclosionarán durante la siguiente primavera, o permaneciendo en estado de aletargamiento durante el esta estación. Las condiciones biogeográficas de aislamiento y las especiales características de este biotopo, han ido produciendo en la fauna local de insectos procesos evolutivos comparables a los acaecidos en la flora nevadense. Como resultado final de este proceso adaptativo, las cumbres de Sierra Nevada presentan actualmente numerosos endemismos, de los que se conocen más de una centena. Quizá el más llamativo de ellos sea el carábido Iberodynos baeticus, por sus colores metalizados, pues la mayoría de los escarabajos de estas alturas son negros o de colores muy oscuros. Más conocidos son los lepidópteros de Sierra Nevada, como la subespecie local de la Mariposa Apolo (Parnassius apollo ssp. nevadensis). En este sentido cabe destacar que la mayoría de los macizos montañosos ibéricos tienen su propia subespecie de esta mariposa. Los animales poseen una cualidad principal que los diferencia de los vegetales, su capacidad para desplazarse, estando menos condicionados que éstos por límites bioclimáticos determinados a lo largo del ciclo anual. Este parámetro es importante a la hora de entender la distribución fáustica dentro un macizo montañoso. En Sierra Nevada las altas cumbres que la caracterizan son sin embargo, un territorio relativamente reducido en proporción a su gran extensión; a este factor debe añadirse su situación dentro de un entorno cálido y de influencia mediterránea. En líneas generales la fauna de Sierra Nevada presenta una gran movilidad, inferior en los invertebrados, con migraciones en dirección ascendente o descendente a lo largo de los distintos biotopos que la conforman y en busca de los nichos ecológicos que mejor se adapten a sus características tróficas. Algunas especies de aves y mamíferos suelen poseer hábitats determinados para criar, mientras que se alimentan en biotopos diferentes. Otras como el Zorro (Vulpes vulpes) o la Comadreja (Mustela nivalis) poseen una gran capacidad adaptativa por lo que están presentes en la mayoría de los biotopos nevadenses. A la hora de hacer un análisis descriptivo de las principales comunidades faunísticas, es necesario establecer de forma general cuales son los principales biotopos de Sierra Nevada. Un biotopo podría definirse como un área con determinadas características climáticas, geológicas, hidrológicas y edáficas capaces de albergar a diferentes comunidades de flora y fauna. En este sentido, es muy complicado y pretencioso establecer separaciones concretas entre hábitats que normalmente corresponden a planteamientos subjetivos, siendo en ocasiones los propios seres vivos los que los delimitan al actuar como bioindicadores. Aunque de forma arbitraria, en líneas generales y aplicando los anteriores criterios, pueden diferenciarse en Sierra Nevada cinco biotopos diferenciados: Prados de alta montaña, roquedos y cantiles, matorral espinoso y pastizales, bosques, ríos, sotos fluviales y lagunas de alta montaña, y biotopos artificiales.
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