VIAJE A NINGUNA PARTE: ALMERÍA SIGLO XXI El presente y escueto relato es fruto de mis reflexiones personales acerca de los sucesos que han acaecido durante los últimos meses/años en nuestra sociedad más cercana, en la pretensión jocosa de intentar entender cómo reaccionamos las personas ante nuestro futuro, que ni siquiera es nuestro, cómo algunos se aprovechan de las oportunidades para expoliar el patrimonio de los demás, sin ética alguna, cómo los valores sociales actuales son tan carentes de credibilidad como los sistemas sociales mismos por los que nos regimos, y a los cuales representan o debieran representar.
Todo es aire embotellado al fin y al cabo, lo que nos venden, lo que compramos, lo que pagamos, lo que decimos… “sea infeliz hoy para no ser feliz mañana”, “trabaje mucho para tener una pensión que tal vez no llegue nunca”, “desperdicie su vida enriqueciéndonos a nosotros”, “compre una mansión y viva hipotecado en tres generaciones”, “viva trabajando para pagar cosas que no necesita ni necesitará nunca”… El aire comprado se escapa finalmente cuando abrimos el tapón del recipiente, y otra vez vuelta a empezar. La sociedad, nos dicen, ha alcanzado el culmen del desarrollo, pero no es sino la cima de la idiotez supina, el descaro, la sinvergonzonería de algunos y el sinsentido de otros.
El sistema sin vergüenza que han/hemos inventado, es un sistema de esclavitud sin parangón en la historia de la humanidad; el viejo "salario de la sal romana" se ha transformado dos mil años después en la "nómina del bienestar” actual. Trabajarás toda tu vida para un sistema social que nada te dice ni te aporta, para empresas que enriquecerán a personas muy lejanas en la distancia… a cambio obtendrás una vivienda y un montón de cosas inútiles con las que poder malgastar tu poco tiempo restante; por supuesto, tu ocio también lo pagarás para seguir engordando al poder del poder, cuya simplicidad organizativa no te puedes ni imaginar, que se resume en un eterno “yo vivo, y tú no”. Es así de fácil: uno tiene el dinero, dos lo gestionan para su rentabilización y el resto trabajarán día y noche para conseguir los objetivos, a costa de su libertad, de sus vidas mismas al fin y al cabo, pues nuestra vida no es sino la suma de nuestros breves tiempos de los que somos absolutos y únicos propietarios.
Somos los nuevos esclavos del Siglo XXI, los "esclavos del bienestar", y cuando “ésto” empieza a tambalearse nos dicen que estamos en crisis. ¿Crisis?... No, lo que pasa es que les asusta a los poderosos ver la posibilidad de que sus pingües y fáciles beneficios se vengan abajo junto con sus imperios. No es la primera vez que ocurre en el ciclo de vida de las sociedades humanas. Claro está que toda la jerarquía económica que se mantiene bajo sus auspicios, también se siente aterrada, y así el terror va bajando de peldaños hasta llegar a ti y a mi, que poco o nada tenemos que ver con el sistema, excepto padecer colateralmente las insensateces de su incoherencia. “Me lo creo o no me lo creo”… creerse ésto de la crisis depende de la capacidad de cada cual, pues quien no ha rehusado a sus costumbres, a sus tradiciones y a sus usos ancestrales, no ha de temer nada; claro que quien piense que el agua no es H2O sino un producto de FontVella, que un cuchillo no se puede usar si no tiene un cable que lo conecte a la pared, que la leche la traen al mundo las fábricas de Puleva y el vino las de don Simón… o que una bicicleta solo vale para ver la Vuelta ciclista en la caja tonta… obviamente ahí tenemos un problema. Las grandes empresas se han apropiado del conocimiento de la humanidad en nombre de nuestro bienestar, y ahora que caen como naipes, nos dejan desnudos, sin semillas, sin capacidad artesana, sin inteligencia social, a la merced de los vientos que mejor a ellos les soplen… en las ruinas de un mundo monopolizado. El problema se llama "asimilación social". Nuestra sociedad ha sido salvajemente asimilada por el capitalismo consumista hasta el punto en que cuando nos vemos desprovistos de cuantas necedades y objetos innecesarios nos han convertido en "consumo-dependientes", no tenemos capacidad de maniobra ni juicio por nosotros mismos para ser autónomos. Recuerdo el caso de una chiquilla que entró en depresión profunda porque al quedarse en paro, ya no podía mantener sus desmesuradas facturas de telefonía móvil, para decir a sus cientos de amigos virtuales, a quienes ni conocía ni sabía siquiera si eran personas reales, sus eternas tonterías tipo a … “¿km stas? Vien, llo aki krrando mcho. To sta guai… chau"… y así las 24 horas del día. Era lo único que la chiquilla sabía hacer además de trabajar 10 horas en la caja de un supermercado. Ahora es un ama de casa, separada de su marido, con hijos que manrtener y en el paro… a ella, como a otras personas, no se les ha educado hacia el criterio y la opinión, hacia la libertad… sino simplemente hacia la sumisión de la esclavitud del consumo. ¿Dónde quedaron esas ansias libertarias de los 90?... ¿tuvieron alguna vez fundamento, acaso?.
Es la sociedad de la imbecilidad, la del lucro indecente para las multinacionales que se han forrado con él, de los gobiernos que miraron hacia otro lado mientras les interesó la generación de recursos y puestos de trabajo, que como títeres que eran, hoy se desploman bajo sus pies de barro. Hemos dejado crecer a toda una generación de personas en la ignominia del desconocimiento, en el abuso de pensar que la vida "es un derecho permanente" y que no hay obligaciones para nadie; hoy se enfrentan con ello, años después, a un triste e incierto sino. Se nos olvidó enseñarles la ética, y se la canjeamos por bonos de incultura, por rentables ordenadores, terminales de teléfono, televisores y todo el largo acúmulo de porquería de contenidos, audiencias y visionados que late tras ellos en las dos últimas décadas.
Bendita sea la crisis, pues está a todos dando un buen pescozón, la ética está volviendo a su lugar, así como el respeto, la benevolencia, la humildad y la templanza. Al nene que llevaba los pelos amarillos y de punta hacia arriba (absurda y cateta moda de los 90), montado en un flamante vehículo de alta gama que te salía de un semáforo "chillando ruedas" y a veces hasta insultando, ahora le vemos al pobre hombre rapado al cero, para ahorrar en peluquerías, se mueve a pie y ha aprendido a ceder el paso a las señoras mayores, cuando cruza el semáforo. El coche se lo embargaron por no poderlo pagar (ya me extrañaba a mi, que criaturicas de tan corta edad pudieran conducir esos vehículos que otros no hemos podido ni querido costearnos en toda una vida de trabajo); el carnet de conducir se lo retiraron tras una noche de drogas y alcohol, le echaron del trabajo y no le pagaron el despido, pues la "empresa" de Pepe Tomate había dado en quiebra… aunque dicen que Pepe realmente se marchó a Cuba, a vivir como rey con lo que había ganado en dos días por cuenta ajena, en nombre del desarrollo. Ahora, nuestro nene “de pelos amarillos y mala educación” vive de prestado en casa de papá y mamá, y a los que antes les decía "viejo, que no te enteras…" ahora se dirige a ellos con una mirada cabizbaja y sumisa para suplicarles un plato de caldo caliente que ellos jamás le negarán. La prepotencia del consumismo nos va abriendo puertas nuevamente hacia la decencia, la convivencia y el respeto. Su hermana, aquella a quien no podía ni ver, y a la que golpeaba de vez en cuando e insultaba, desde su soberbia… ahora es quien de vez en cuando le da algún dinerillo para que pueda salir a tomar un café o pagar el autobús para ir a buscar trabajo.; una lágrima triste asoma de vez en cuando a sus ojos, como de vergüenza y arrepentimiento.
Nuestro nene se casó, con una chiquita de peluquería, de las que que antaño se conocían como “muñequitas de pin pan pún…” con veinte aretes en cada oreja, mas los tres de la nariz, el del ombligo y otro más en el clítoris (parangón de moderna estupidez)… de ésas que enseñaban las bragas de tirantillas sin tener ni que agacharse si quiera. Cuando no pudieron pagar los 2 bmws que tenían a plazos, ni salir de copas todos los días, ni mantenerse los vicios de coca y otras cosillas, cuando tuvieron que entregar las llaves del piso por no poderlo pagar… entonces ella le denunció por maltrato doméstico y se marchó a vivir también con papá y mamá. Obviamente las únicas víctimas de la separación fueron los dos hijos que tienen, pues quedaron huérfanos de amor, de querencia y de familia… ¡nuevas víctimas sociales!; en la escuela no educan ni forman, señores… allí sólo enseñan, que es su obligación, a pesar de algunas creencias mal establecidas. La educación corresponde por ley de vida humana, ésa que no está escrita, a los padres… responsables de dar vida a esas criaturas en supuesto acto animal o de amor.
En estos tiempos del "todo vale", los más pillos que han sabido parchear la crisis de los demás, algunos de ellos nos dan ahora sermoncitos en programas de televisión o de radio, intentando salvar nuestras almas a cambio de un modesto importe; también los hay que inventan necedades absurdas, y te invitan a consumir para paliar el exceso de consumo. Pocos se han dado cuenta que la tal crisis no es económica, sino una crisis de un sistema social basado en el capital y en el consumo, en el que se han olvidado por completo los valores morales, un sistema que ha convertido a nuestros herederos, en herederos de hipotecas y miserias paternas en vez de herederos de bienes tangibles que hagan crecer a las familias y a las personas a lo largo del tiempo y de la historia. Sin embargo, los ricos siguen ahí, moviendo a sus perros guardianes, para que busquen nuevas fórmulas con que generar nuevas maneras de consumo, con que seguir exprimiendo la sangre a los pueblos bajo el absurdo vocablo de la globalización (bobalización)… vocablo tan vacío y carente de sentido como el de "cambio climático", “solidaridad militarizada con los pueblos” o “guerra en nombre de la paz”, que también tienen y mantienen a sus magnates y sus capitalistas sistemas de funcionamiento a costa del sudor y la vida de los de a pie. La religión intenta también hacerse fuerte en estos tiempos de incertidumbre, pues está claro que cuando las cosas no funcionan, en vez de sentarnos a hacer uso de la razón, somos más propensos a rezarle a la virgen o encenderle unas velitas a sannosequien… y esto último sí que me da miedo. Al fin y al cabo, somos meros vestigios de un mundo medieval del que posiblemente nunca logremos salir.
Y así sucesivamente podríamos seguir enumerando la vida de los listos y de los tontos… pero siempre llegaremos a la misma conclusión, que no podemos buscar responsabilidades mas que en nosotros mismos, como personas y como sociedades formadas por personas (= pueblos o naciones). Y para ello, para hacernos saber responsables de nuestros actos y omisiones, tenemos que aprender a formarnos; a formarnos en la ética, en el conocimiento, en la ciencia, en la crítica, en el entendimiento, en la responsabilidad, en al creatividad, en la permisividad, en la constancia… aprender a formarnos como personas y a formar a nuestros menores, que son los adultos del mañana , para evitar volver a tener una nueva generación de seres humanos perdida, como ésta a la que tristemente le está tocando vivir hoy tan aciagas fechas.
Aprendamos a vivir, a sabernos ricos con lo que tenemos, con el cariño de los que nos rodean, con el techo que nos cobija, con el afecto hacia los demás, con el tener cama caliente, ropa limpia y alimento cada día…. Trabajemos por mantener esto, que no es poco, y el resto… vendrá ello sólo por su propio camino.
Foto: Aldeana de los campos de Oria.
Dedicado a aquellos que lo tienen todo, porque no tienen nada, y con nada son felices.
Si no fuera por nuestros mayores, otro gallo “estaría hoy cantando” en este país.
Escrito por Jesús Contreras Torres en Almería el 13 de Febrero de 2010. Este texto puede ser copiado y divulgado siempre que no infrinja la ley de ningún país al que sea enviado, y se haga con fines nobles y educativos. En caso de modificar el presente documento en forma alguna, se ruega no se refleje el nombre de su autor, pues ya no sería fruto del mismo; siendo responsable cada persona de los reenvíos que hace a la red de redes, así como de cada modificación en los documentos o imágenes aportados.
Jesús M. Contreras
Naturalist curator, Birdwatching guide & Wildlife photographer
Oz Nature Tours & Trips - Almería
Phone nr. +34 626260641 indalodeoz@indalodeoz.com www.indalodeoz.com
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