3. Boqueras.

Es un sistema simple que consiste en dirigir las aguas turbias a un lateral del cauce mediante la obstaculización de su paso por un presa de arena que confluye oblicuamente con el margen de la rambla para desde aquí canalizarla sobre un vasto cauce que se aleja de la boca buscando irrigar el máximo posible de bancales . La envergadura de la boquera y la porción de paso que corta (como mínimo se debe dejar paso de rambla para un carro)dependerá de la anchura de la rambla y del volumen de agua que se pretende captar. Es un sistema destinado a irrigar grandes áreas de cultivo cerealístico en un mínimo de tiempo. El gran volumen de agua canalizado casi sin previo aviso exigía tener a punto la boquera, los brazales, el nivelado de los bancales, los sangraores y saltos que desaguaban una vez efectuado el embote del bancal.

La boquera consta de boca, canalización y cola. El salto de la cola a la rambla suele estar reforzado con empedrado.

Es obvio decir que en el momento de máximo caudal de la boquera toda la mano de obra disponible se dedica controlar que el riego se efectúe con normalidad sin dañar los cultivos ni los bancales, cuidando sobre todo que no se haga portillo.

En el espacio que nos ocupa solo han existido tres boqueras, al ser esta un área básicamente irrigada con aguas claras, tenemos constancia de la existencia de solamente cuatro boqueras: la situada en la cabecera del Caño Nuevo, la de Entrerramblas y las dos del pago del Cambronero. Sin embargo tanto en la parte superior como en la inferior, han sido habituales, siendo famosa la boquera de los Belloteros por su envergadura. Otras boqueras son la del Pago de la Casilla, de la Bermeja, del Bancal del Peñón, del Bancal de las Amoladeras, de Huerta Colorá, Huerta de los Tartajas y de Miravete.

La boquera se levantaba al finalizar las siegas y trillas, para aprovechar las primeras nubes, y al igual que estas, era una tarea comunal desarrollada por los propios agricultores con ayuda de bestias de tiro a las que se les enganchaba una trajilla a manera de arado, y con la cual iban desplazando la arena y recreciendo el cordón o presa.

La aparición de los tractores simplifica el trabajo y hace desaparecer los usos, técnicas y costumbres tradicionales inherentes a la construcción de boqueras pasando de ser una tarea social arraigada en el ciclo agrícola a un mero acto mecanizado por encargo.

4. Caños.

Por la importancia decisiva que ha tenido en la colonización y transformación de paisaje y por el aprovechamiento racional de los recursos hídricos que supone le vamos a dedicar un estudio mas en profundidad.

El caño es el nombre que reciben en los Vélez estas galerías encimbradas; pero el caño no es solo eso , es el origen de todo un espacio irrigado que conforma un pago ,es decir, una pequeña comunidad agrícola cuyo eje social y económico gira en torno a la tierra y el agua que la riega, constituyendo el reparto del agua y la optimización del caudal, el principal nexo entre familias. Es el sistema de captación por excelencia de la rambla de Chirivel y el que dota a esta de una especial singularidad ya que no encontramos en toda la provincia una red tan densa de galerías encimbradas en torno a una rambla.

El caño de los Molinos, el más caudaloso e importante de la rambla, se canaliza en este punto, bajo el Parque Municipal. En la imagen un hombre porta un leño cogido en la barda.Los caños más abundantes y con más caudal son los que discurren paralelos a la rambla bajo sus arenas, aunque existen algunos casos de caños perpendiculares a esta que se sitúan mas elevados para irrigar zonas menos extensas y más altas.

El caño sale a “sol visto” junto a la rambla, protegido de esta por la balda y a un nivel inferior; alejándose la conducción paulatinamente del cauce y abarcando mas superficie de riego.

Aunque el concepto de agricultor engloba en realidad a multitud de saberes y facetas técnicas y entre ellas el de constructor de sistemas hidráulicos, la importancia de los caños ha dado lugar a una profesión especifica como es la del minero, entendido aquí como el que construye galerías para obtener agua. Y aunque muchos siglos antes de Cristo, los persas y otros pueblos ya contaban con expertos en este arte, no es normal en entornos similares al nuestro que existan especialistas dedicados a este fin lo que da idea de la importancia de los caños en el área que nos ocupa.

La realización de un caño es una obra de gran envergadura que requiere la mano de obra de todos los propietarios afectados, el empleo de sus bestias, la contratación de mineros y la compra de material (básicamente cal).

El mantenimiento se hace o se debe de hacer periódicamente y consiste básicamente en realizar “las limpias” , es decir, cortar las raíces que se introducen a través del empedrado de la galería buscando la corriente de agua y que llegan a obstaculizarla ocupando la parte impermeabilizada del lecho, formando lo que se denomina como “madeja”. La madeja se corta por tramos de unos dos metros y se desincrusta. 

La limpieza de las galerías de los numerosos caños se hacía al finalizar el estío, extrayendo estos “paquetes” de raíces que taponaban el paso del agua por las galerías. Para este fin el caño dispone de lumbreras, aproximadamente cada veinticinco pasos, que deben de estar marcadas. La operación se realiza desde la salida a sol visto hasta la cabeza, es decir, de abajo arriba para evitar que los restos de raíces cortados puedan formar una madeja que haga tapón e inundar la galería con la gente dentro. La tarea es comunal dividiéndose en cuadrillas los propietarios y se realiza en el estío cuando escasea el agua y la temperatura lo permite. Caso de rotura de la bóveda de piedra o de las paredes del caño hay que proceder a “levantar la rambla” y reconstruir la parte dañada al aire libre.

La extracción de arenas para la construcción de la autovía ha bajado los niveles de la arena, dañando su vegetación y dejando a la vista, caños como éste.Cuando las aguas aminoran en verano, se suele labrar la rambla sobre las cimbras, para que si corren aguas superficiales , empapen las arenas y aumente el caudal del caño.

Cada caño tiene un presidente rotatorio que es el responsable de supervisar el reparto o tandas, la optimización y mantenimiento del caudal, de convocar las Juntas y de llevar la contabilidad en el Libro de Aguas de que dispone cada caño.

 

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