IV. SISTEMAS HIDRÁULICOS TRADICIONALES MAS REPRESENTATIVOS El azud consiste en un muro transversal que se embute en el fondo de la rambla y que encajado en la parte mas dura del lecho , hace aflorar a las aguas por arriba. Este sistema en estado puro no lo hemos encontrado en la rambla pero si se encuentra asociado a las galerías que conforman los caños, es decir el encimbrado corta la rambla y las aguas se introducen en el a través de sus paredes permeables; cuando esto ocurre, el caño no corta la rambla perpendicularmente a los bordes tal como lo hacen los azudes, sino de forma oblicua, para así aumentar la superficie de contacto con el curso de aguas subálveas. Cuando el encimbrado del caño actúa como azud, sus paredes son reforzadas aumentando el grosor y su cimentación, ya que, en ocasiones, las fuertes avenidas arrastran las arenas que cubren el encimbrado, quedando éste parcialmente al descubierto y dando origen, en casos extremos, a un escalón en la rambla, con el consiguiente salto de agua que socava la base y erosiona la techumbre y paredes. Cuando esto ocurre se debe proceder a repararlo con una mezcla rica en cal y, luego, cubrirlo transportando arena de los aledaños mediante el mismo sistema que se utiliza en la construcción de boqueras y bardas descrito más adelante. El motivo de la ausencia de azudes se debe sin duda a la imposibilidad de llegar hasta la parte rocosa o impermeables del lecho debido al grosor y extensión del lecho arenoso. Son grandes cordones de arena y tierra de labor construidos a ambos lados de la rambla para proteger los abancalamientos y cultivos inmediatos al cauce que constituyen un eficaz muro de contención en caso de avenidas. La balda agranda la superficie de cultivo creando los fértiles arenales mientras estrecha la rambla concentrando el cauce y las aguas subterráneas de las que se nutren los caños Para que la balda sea efectiva tiene que consolidarse mediante una tupida cubierta vegetal que de modo provocado en un primer momento y naturalmente después, se conforma en tres niveles: a) A nivel de suelo un tapiz de hierbas rastreras y de pastizal (grama, ballico, lactones, ,,,) de mediana y alta densidad fijan la superficie. b) En un piso intermedio, Plantas arbustivas y enredaderas (zarzas, escasas cañas, junqueras, espinos, caillos, tapaculeros, ...) conforman un tupido entramado de ramajes que además de fijar suelo actuan de barrera. c) A un nivel superior y conformando el grueso de la barrera, arboles y grandes arbustos tales como tarayales, saucos, olmos, álamos, sas, mimbrales, almeces, “majanoteros”, ... , conforman una eficaz empalizada vegetal que en caso de lluvias torrenciales canaliza, ralentiza y frena la avenida. El arbolado se distribuye entre la cima de la barda y el borde de la rambla y dado que el suelo es húmedo y rico en nutrientes, la frondosidad que alcanzan conforman un tupido pasillo vegetal por el que discurre el cauce perfectamente delimitado. El arbolado predominante tanto por su numero como por la envergadura han sido los olmos. Hace una década una plaga devastadora los ha enfermado hasta el punto que parecía imposible su regeneración , sin embargo, al haberse salvado las raíces en algunos de ellos, en estos dos últimos años están empezando a brotar. No obstante el paisaje vegetal de la ribera ha cambiado radicalmente, tema este que trataremos en otro apartado. La barda , una vez reparada o construida, mediante un laborioso transporte de arena desde la rambla a sus bordes empleando trajillas tiradas por bestias, tal como se explica a continuación en la construcción de boqueras, necesita un cuidado periódico consistente en su riego y regeneración . Para ello, en épocas de estío, los sobrantes del riego o la misma agua que pudiera llevar la rambla es canalizada sobre la barda en acequias permeables que discurren longitudinalmente sobre la vertiente que da al cauce o sobre el lomo. Cada propietario es responsable del mantenimiento de la porción de barda que limita con sus bancales. El deterioro y rotura de una parte permitiría el paso de las aguas al resto de las propiedades y el ensanchamiento de la rambla a costa de todos por lo que la reparación y mantenimiento es una responsabilidad ineludible. Caso de no poder realizar la mantenimiento personalmente, el propietario responsable pagará los jornales necesarios. La barda , aparte de realizar su función practica, forma un tupido y variado bosque en galería que da cobijo y alimento a multitud de especies animales, conformando un biotopo singular, rico en biodiversidad y de gran valor estético y paisajístico. El creciente deterioro de las bardas esta arruinando el espacio mas emblemático de Chirivel y provocando un desastre ecológico en la rambla por lo que urge tomar medidas para su protección y regeneración urgente. En este sentido cabe recordar que la barda ha sido objeto tradicional de protección municipal tal como nos recuerda esta Ordenanza Municipal para el Régimen y gobierno de la Villa de Chirivel del año 1867 en su articulo 76. “También se prohíbe la entrada de los ganados y caballerías a pastar en las bardas de la rambla de este pueblo, hacer daños en ellas, árboles y alamedas, y el tender en estas ropas para que se enjuaguen.” Al ser utilizada la rambla tradicionalmente como vía pecuaria habitual entre las sierras colindantes y los pastizales de invierno situados en las tierras bajas de Puerto Lumbreras y Huércal Overa, se han generado históricamente conflictos y desavenencias entre pastores y agricultores motivados por el ancho de la vía y la tendencia lógica del rebaño a alimentarse de la hierba y brotes existentes en la barda. Por un lado, los pastores exigían a los propietarios el mantenimiento de los anchos establecidos, acusando a los agricultores de cerrar el paso de rambla, para así aumentar su área de cultivo; por otro, los agricultores entraban en conflicto con los pastores al acusarles de invasión de sus propiedades, permitiendo el pastoreo dentro de la barda. Los pastores, sobre todo los más veteranos, eran conocedores del ancho de vía en cada tramo y, amparándose en sus derechos históricos, reclamaban el mantenimiento expedito del vial procediendo a las mediciones correspondientes. Los agricultores defendían el uso privado de la barda, ya que ésta era una propiedad cuya construcción y mantenimiento era de su incumbencia y, aunque este punto no era discutible, silo era la propiedad del arbolado y matorral que crecía en los limites y el del ramaje que invadía el cauce; el cual, los pastores cortaban para mantener el paso o alimentar al ganado.
Otro motivo de conflicto venía generado por el corte de ramaje para usar como combustible. En una sociedad tradicional donde la leña era materia de primera necesidad y donde muchos vecinos sin tierras no disponían de más lugar de acopio que la rambla y la barda, los intereses entre los propietarios y estos vecinos se cruzaban a menudo. |