INTRODUCCIÓN

El área por la que discurren los itinerarios, se encuentra ubicada en la depresión de Tabernas-Sorbas, una de las cuencas intramontañosas que se individualizan dentro de la Zona Bética en Sentido Estricto (FALLOT 1948) y en la que se depositan materiales fundamentalmente detríticos, la mayoría procedentes de los relieves circundantes (Sierra de los Filabres y Sierra Alhamilla), entre el Mioceno Superior y el Cuaternario. Hay que reseñar la existencia de depósitos carbonatados y evaporíticos en zonas cercanas al área que nos ocupa.

 

La descripción de los materiales, de más antiguo a más moderno, es la siguiente (Figura de la serie estratigráfica general): 

1.- Conglomerados formados por cantos metamórficos con una matriz detrítica roja arenoso-arcillosa. Están poco cementados, no se distingue la estratificación y su espesor escila entre 20 y 30 m. 

2.- Conglomerados grises con bloques que alternan con niveles de conglomerados y areniscas, marcando claramente la estratificación. Los cantos son de rocas metamórficas y algunas sedimentarias. Su espesor es de unos 75-90 m. 

3.- Serie turbidítica, caracterizada por secuencias rítmicas de areniscas y margas o lutita en las que se pueden apreciar inclusiones de cantos blandos y, a veces, de conglomerados y micro­conglomerados. La potencia total oscila entre los 400 y 500 m. Su edad es Mioceno Superior. 

4.- Discordantemente sobre los materiales anteriores encontramos conglomerados, gravas, arenas y arcillas que, en algunos cases, están fuertemente cementados. Su edad es Plioceno-Cuaternario. 

El área de estudio se encuentra enclavada en una zona fuertemente tectonizada con amplio desarrollo de mantos de corrimiento y megafracturas que originaron el hundimiento de la cuenca intramontañosa cuyo relleno permitió la formación de los materiales que afloran en la misma. Estos se han viste afectados solo por las últimas fases de deformación que han originado pliegues suaves cuyos ejes siguen una dirección aproximada N 50º E y fallas normales de pequeño salto. 

Desde el punta de vista del modelado, el interés de la región es muy alto dada su singularidad a nivel climático y litológico, lo que condiciona el desarrollo de formas características entre las que destacan las cárcavas, los relieves en cuesta y las ramblas de tipo Mediterráneo. El estudio detallado de las mismas se realiza a lo largo de los itinerarios. 

El “Desierto” de Tabernas se inscribe, desde un punto de vista botánico, en el centro del Sector Corológico Almeriense que comprende un espacio de gran interés florístico por su abundancia de endemismos y conexiones con la flora del norte de África y fitosociológico puesto que ha contribuido a reconstruir las comunidades vegetales climácicas y los procesos de degradación antropógena que conducen al paisaje actual en esta zona tan peculiar de la Península Ibérica.

 

 

El sector Corológico Almeriense comprende las cuencas de sedimentación que separan y rodean los grandes relieves de las Complejos Alpujárride y Nevado-Filábride que cruzan la región en dirección SU-NE. Climáticamente, la pobreza pluviométrica, la torrencialidad e irregularidad de las escasas lluvias que se producen, la inexistencia de invierno térmico y las elevadas temperaturas medias estivales, caracterizan el área y determinan unas gradientes de aridez que según Martonne, oscilan entre el de estepa Mediterránea y el de desierto.

Desde un punto de vista fitoclimático nos encontramos en el piso Termomediterráneo, caracterizado por presentar temperaturas medias anuales por encima de las 16º C. y media de las mínimas del mes más frío comprendidas entre + 3º C y 10º C. En este contexto subdesértico pensamos que entre los numerosos índices de aridez propuestos, es el de Giaccobe (CAPEL 1982), el que, al incluir el concepto de excursión térmica diaria (diferencia entre la temperatura máxima media y temperatura mínima media) permite poner de manifiesto los fenómenos de las precipitaciones ocultas (rocío, nieblas estratiformes, etc.) que explican el mantenimiento de la vegetación subdesértica y, en condiciones especiales, las manchas de matorral relíctico.

Es muy posible que en condiciones climáticas tan áridas y en ausencia de suelos desarrollados jamás existieran en el sector, auténticas formaciones arbóreas, siendo las comunidades clímax que lo colonizaron bosquetes de matorral espinoso xerófilo, estudiados por Rivas Martínez (1979) e incluidos en el Orden Pistacio-Rhamnetalia alaterni, tres de cuyas Alianzas aparecen representadas en distintas zonas del sector.

 

 

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El Ziziphetum loti (Rivas Goday y Bellot, 1944) colonizó la estepa que actualmente se extiende por los campos de Dalías y Níjar y los cauces bajos de los ríos Andarax y Almanzora. En la cornisa volcánica litoral, bajo el influjo de la elevada humedad estival, el Ziziphetum estaba sustituido por el Mayteno-Periplocetum angustifoliae (RIVAS GODAY y ESTEVE 1959) que todavía persiste, relíctico, en los barrancos más umbríos de la Sierra de Cabo de Gata.

Sin abandonar el pise de vegetación termo-mediterránea pero en una situación climática caracterizada por un ambiente térmico invernal bastante más frío y oscilaciones más extremadas de la temperatura, el Ziziphetum deja paso al Chamaeropo-­Rhamnetum lycioides (O. DE BOLOS 1957) perteneciente a la Alianza Asparago-Rhamnion oleoidis (R. GODAY y R. MARTINEZ 1979), vegetación climácica que ascendía por los pies de monte de la Sierra Alhamilla y Cabrera y una franja más xérica y continental paralela a la del Ziziphetum ocupando, por lo tanto, los actuales campos de Tabernas que constituyen el objeto de nuestro estudio.

En la figura hemos representado los pisos de vegetación en las montañas mediterráneas singularmente referidos a la Sierra Nevada Granadino-Almeriense. El Desierto de Tabernas entra de lleno en el piso Termomediterráneo.

 

 

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Desde un punto de vista faunístico debemos señalar al menos, tres aspectos; en primer lugar destacar una mayor riqueza de especies de vertebrados de las que sería esperable en unas condiciones tan hostiles; en segundo lugar, la presencia de especies singulares como galápago leproso, camachuelo trompetero y paloma bravía y en tercer lugar, la gran diversidad de especies que convergen, debido al efecto de borde en torno a la Rambla que es utilizada como área de nidificación, refugio, dormidero, bebedero y zona de descanso en las rutas migratorias.