5.- ANEXOS     

5.1.- TEXTOS

1.- Las técnicas de extracción minera en época ibérica y romana.

“Agotadas las vetas superficiales, se perforaron pozos que llegaban hasta los filones subterráneos, algunos alcanzaron seis metros de diámetro y trescientos de profundidad. La técnica consistía en perforar las rocas blandas y sostener las paredes con maderos de pino, algunos de los cuales tienen marcas de comerciantes extranjeros, lo que quiere decir que se importaban. En sierra Almagrera, al reanudarse la explotación en la primera mitad del siglo pasado, se encontraron tales pozos y galerías antiguos. Están fechados por las herramientas, trozos de cadena y lámparas de barro con la decoración de los dos peces encontrados en ellos, según el informe del ingeniero Ezquerra del Bayo a Madoz. Las galerías solían ser bajas y se pasaba por ellas a rastras. Los pozos eran estrechos para poder bajar por ellos apoyando espaldas y pies en sus paredes. Las galerías eran de explotación, ciegas y de desagüe. Las primeras se ventilaban a trechos con pozos gemelos. El agua se sacaba mediante tornillos de Arquímides que ya conocían los turdetanos. Las galerías se iluminaban con teas, antorchas y lámparas de aceite. El mineral se arrancaba con mazos, picos y punterolas de hierro y se sacaba con espuertas de esparto”.

Tapia Garrido J.A. Historia de la Vera Antigua, p. 142

2.- El terremoto de 1518 y la destrucción de la Vera vieja.

“Presagiando su catastrófico final una serie de señales, al parecer prodigiosas, atemorizaron a los vecinos de la comarca el verano del 1518. En el mes de julio las norias se pusieron en movimiento ellas solas en el campo de Huércal - Overa. El veinte de este mismo mes, en Lubrín, las campanas tocaron sin que nadie las voltease. Estos movimientos espontáneos de objetos en equilibrio inestable, que las gentes tomaron como señales de que algo grave les amenazaba, pudieron deberse a algunas de las quince sacudidas símicas, que estremecieron el valle del Almanzora a partir del 10 de junio de aquel año. El nueve de noviembre se produjo la más violenta, la que destruyó por completo la Vera Vieja del cerro del Espíritu Santo”.

Tapia Garrido, J.A. Historia de la Vera Antigua, p. 289.

3.- Fuero de Vera. 19 de Octubre de 1565.

(Cap. 33) “Ordenamos y mandamos que en qualesquir lugares o villas que estubieren sujetas a la jurisdicción de esa ciudad o encomendadas a vos el dicho.corregidor della, avida primeramente ynformación de la calidad y poblacio(n) de cada lugar e de lo que conviene, Hagays ordenanca para cada lugar, ansi en el elegir alldes.y Rexidores y procuradores e otros oficiales como en las otras cosas que tocan a la buena gouernación de las dhas.villas y lugares, de manera que las dhax.villas y lugares esten gouernados como deve, conformando vos con el tenor y forma de las ordenanças contenidas en esta natra.carta, moderando e enme(n)dando lo que vieredes que conviene según la calidad de cada lugar, y ansi fechas las dhas.ordenanças, les embieys ante nos al nro.consejo para que nos las mandemoso ver  y si fueren buenas las mandemos confirmar y si no fueren tales las mandemos enmandar, a se faga sobre todo lo que mas cumpliere a nro.servicio y albien y procomun de la dha.ciudad y villas y lugares susodhos y vezinos y moradores de ellas”.

Archivo Municipal de Vera.

4.- Fragmento del “Reglamento que su Majestad manda observar a las diferentes clases destinadas al real servicio de la costa del reino de Granada en 1764”.

“Las normas por las que se habían de regirse estas fortificaciones eran las siguientes:

- Ninguno de los castillos y fuertes de la costa podrá abrir una puerta antes de salir el sol y recibido las señales de seguridad de sus torres colaterales; al ponerse el sol será la hora de cerrarlas quedando en su interior toda la guarnición. En el resto del día podrá el comandante del castillo o fuerte permitir la salida de algunos soldados con tal que no exceda la tercera parte de la guarnición ni haya en tránsito embarcaciones sospechosas.

- En ninguno de los castillos, fuertes, torres o ensenadas de su inmediación se ha de permitir que la gente de las embarcaciones de comercio ponga pie en tierra sin que esté presente algunos de los ministros del Resguardo de las Rentas; en las ocasiones en que se dé acogida a alguna embarcación por motivo de temporales o porque sean perseguidos por los enemigos, se pondrán centinelas para precaver la salud pública y el contrabando.

- Los torreros han de residir en las torres; sólo podrá salir uno para ir a la población más inmediata por subsistencias, utilizando el tiempo preciso para el caso; esta ausencia no ha de ser diaria ni de noche.

Carlos III, dado en San Ildefonso a 18 de Agosto de 1764”.

5.- La “fiebre minera” de los 40.

“Pero no fue la actuación espopéyica del buscador de metales el rasgo más destacado de este esplendor  minero, sino más bien una descontrolada especulación minera en la que la compraventa de las acciones o partes en las que se subdividían los centenares de compañías que por todo el país se organizaron para la explotación de las riquezas de Almagrera, permitió acuñar, por los que fueron testigos de ella, expresiones como “fiebre, furor o frenesí  minero”, e incluso, “minomanía”. Junto con el atropello registrador y la avalancha de sociedades de minas, se desarrolló un amplio movimiento especulativo, inédito por sus proporciones y amplitud, que contrastaba con la realidad de una Sierra que todavía era avara en ofrecer  sus ricos minerales argentíferos a  esa turbamulta de solicitantes. En efecto, durante sus primeros diez años de explotación minera, no pasarían de diez el número de concesiones tocadas por la fortuna de poder explotar el rico filón de galena argentífera del Jaroso”.

Sánchez  Picón, A. La integración de la economía almeriense... p. 148.

6.- El precio del hierro y la dependencia colonial.

“El precio de los metales españoles, ya  fuese plata, plomo, cobre o hierro, no lo fijaba España como primera y casi única productora de Europa, sino que lo fijaba el omnipotente mercado de Londres. Aquí se vendían los minerales a los precios que semanalmente se dignaba fijar Londres. Así por ejemplo, teníamos que vender la plata pura a 200 pesetas el kilo; el plomo fundido a 30 ó 35 céntimos kilo, y el mineral de hierro con un 55% de riqueza, al fantástico precio de 1,50 pesetas tonelada en boca - mina, o a 2 pesetas puesto sobre barco. Ahora bien, si los ingleses, los franceses, los alemanes o los belgas, preferían llevarse el hierro ya fundido, cosa que como alarde industrial se hacía en Bilbao, empleando carbón inglés, entonces nos pagaban el hierro colocado a 70 u 80 pesetas toneladas sobre barco.

Particularmente la importación de hierro español fue un auténtico negocio loco para los países europeos, que no contaban en su suelo con hierro ni para forjar un clavo. En España, que es como decir a la vuelta de la esquina, encontraron todo el hierro que necesitaban, en cantidades astronómicas y a precios de risa. No pagaban ni el coste de arrancarlo.

Gracias al regalado hierro español, que hace un siglo salía de nuestra patria a un ritmo superior al millón de toneladas actuales, se pudo levantar con tanta rapidez y facilidad la potente industria pasada de Europa, y la tupida red ferroviaria de todo el continente, incluída también la modesta red de nuestra patria, que naturalmente, se hizo con hierro español, pero pasando antes por las fundiciones extranjeras para ser convertido en carriles, locomotoras y vagones”.

Molina Sánchez, A. Cuevas del Almanzora, p. 33-34.

7.- Las expectativas del ferrocarril.

“Ante esta realidad, los alemerienses compendiaron sus aspiraciones de mejora en los transportes terrestres en la reivindicación del ferrocarril. En apariencia, pocos asuntos como éste, merecieron tal interés durante la segunda mitad del siglo XIX. Desde que el  Plan General de 1867 se incluyera la propuesta de la línea Mengíbar-almería, hasta que en 1895 se inaugurara el tramo Almería-Guadix del ferrocarril Linares-Almería, las gestiones encaminadas a dotar a la provincia de este moderno medio de transporte habían sido constantes. De hecho, la Diputación Provincial  llegó a hacerse cargo de la redacción del proyecto, ultimado en 1878, e incluso, ante la renuncia de los inversores nacionales y extranjeros para con un tendido costoso y de dudosa rentabilidad, garantizó un interés del 6% a los capitales que se empleasen en una obra que la prensa local del momento salía calificar como “redentora para la provincia”.

Tras varios intentos infructuosos y, sobre todo, después de realizar una severa modificación en el trazado de la línea proyectada que consistió, básicamente, en el abandono del valle del Andarax por un nuevo recorrido por la comarca de Nacimiento y el borde de la Sierra de los Filabres, la Compañía de los Caminos de Hierro del Sur de España, constituida en 1889 con el objetivo primordial de transportar los minerales de Sierra Morena hasta el puerto de Almería, se hace cargo de la ejecución de las obras y de la concesión de la línea.

Se confirmaba así el carácter esencialmente minero del ferrocarril proyectado. Los plomos de Linares de hierro del Marquesado en Granada, y de Beires o Gérgal, en Almería, deberían constituirse, en opinión de los financieros interesados en el negocio, y por encima de cualquier otra consideración, el grupo de mercancías que rentabilizara la línea. Los evidentes progresos agrícolas que se estaban realizando en las comarcas del Andarax y el poniente almeriense, en plena expansión del parral de uva de embarque, no fueron tenidos en cuenta en los cálculos de los promotores de la línea Linares-Almería. No se trataba, en consecuencia, de un medio de transporte pensado para facilitar la articulación y la integración de Almería en el mercado interior”.

Sánchez Picón A. La integración... p. 499-500.

8.- La dura y miserable vida de los mineros de Bédar (1900).

“Desde allí  (la Estación de Tres Amigos) se divisa el vecino pueblo de Bédar, en la falda de un alto cerro, semejando su blanco caserío, un nutrido bando de palomas que se posa en la montaña cansado de volar. A la izquierda vomitan negro humo las chimeneas del Pinar, en donde tiene la Compañía de Aguilas sus instalaciones, máquinas, y talleres...

... Todo es actividad en torno mío: mientras falanges de obreros transportan en espuertas el mineral que vierten en los vagones, otros dirigen las maniobras en los planos inclinados, por los que bajan en vertiginosa carrera pequeños trenes cargados, que depositan su contenido en las tolvas. Oyense las voces de los picadores que barrenan la dura roca, confundidas con los silbidos de las locomotoras, y cuando llegan a las horas del descanso, en que el  obrero consume su modesta comida, interrumpen el momentáneo silencio que reina, las explosiones de la dinamita en las entrañas de la sierra reducen a pequeños trozos las masas de mineral.

Hoy en día de luto en el vecino pueblo. Desde muy temprano, pequeños grupos de gente, procedentes de la cercana barriada de Los Gallardos, grupos que poco a poco van engosando, caminan hacia Bédar, en pos de un fúnebre convoy. Son los deudos y amigos de un pobre obrero a quien cogió una vagoneta en las minas de la Compañía de Águilas, y al  que hubieron de amputar una pierna, tan a la desesperada, que falleció el infeliz a los pocos momentos...”.

El Eco de Levane – Garrucha, 23 de Febrero de 1900.

9.- La injusticia y el  fraude del pago con “vales” a los obreros de las minas.

“No es en este distrito la jornada de las horas lo que en otros. Abusando de la natural bondad del mísero jornalero, apenas se le deja tiempo para el sueño necesario a la reposición de sus energías. Se le hace levantar a los 3 ó 4 de la madrugada, para que seguidamente comience la faena, en la que permanece, con sólo cortos intérvalos, hasta depués que el  Sol se oculta, no exceptuándose de regla  tan tiránica  a los pobres niños, que en gran número se dedican al  trabajo conocido con el nombre de gávia.

Como, por lo general, el pago a los mineros se hace en este distrito al finalizar cada varada, sucede naturalmente que casi todos ellos tienen necesidad de arbitrar recursos para atender al sustento de sus familias durante tan largo período. Acuden entonces a la empresa en que trabajan, a cuyo administrador, encargado o representante piden alguna cantidad a cuenta, que se les facilita seguidamente, pero siempre menor al importe del trabajo ejecutado hasta aquel día, pero no en dinero, sieno en un papel en el que se lee “Vale por tantos reales”.

Para hacer efectivos estos vales, la empresa liberadora de ellos está en combinación con uno o más establecimientos comerciales, si es que ella no los tiene por su propia cuenta, pues se dan casos, y a ellos tiene necesariamente que acudirse para hacerlos efectivos, ni  en dinero, como fuera de justicia y de equidad, sino en efectos de la casa exclusivamente, a precio superior al corriente, porque como dice el comerciante, no pudiendo el reembolsarse de lo que da hasta finalizar la varada, es muy justo obtenga el premio del adelante que hace”.

El minero de Almagrera – Cuevas, 26 de Junio de 1898.

10.- El derribo parcial del acueducto real de Antas.

“La acción contundente de una pala bastó para que unos 150 metros del acueducto de Antas (Almería), construido a principios de siglo dentro de un conjunto industrial para extraer y distribuir agua hacia fincas de frutales, se desmoronase como un castillo de naipes durante la madrugada del domingo. Sólo la intervención de la Guardia Civil, solicitada por el alcalde, el solicialista Bartolomé Soler Cano, consiguió frenar la demolición completa de la obra –de propiedad privada- en fase administrativa previa a su catalogación en el Patrimonio Histórico andaluz.

La tardanza de la Dirección General de Bienes Culturales, de la Junta de Andalucía, en resolver el expediente amenaza el futuro del conjunto, ya que los actuales dueños sólo precisan una licencia dentro de los cauces legales.

La negativa del Ayuntamiento a facilitar dicha autorización podría, sin embargo, cambiar de signo si la administración andaluza no agiliza los trámites para su conservación y respalda la restauración.

Los informes técnicos elaborados en 1993, cuando se remitió a la Consejería de Cultura para catalogorlo, ya advertían el importante deterioro de la estructura y la peligrosidad que puede conllevar para los vehículos o personas que circulen próximas. A pesar de urgir una respuesta de la administración autonómica dada la precariedad de la estructura del acueducto, han pasado más de tres años sin que se adopte una decisión ni se intervenga en la obra.

Sólo 1,5 millones de pesetas bastarían, según cálculos oficiales, para consolidar pilares, reparar las arcadas y detener su actual deterioro, a la espera de un plan de restauración más ambicioso.

La indiferencia administrativa, por un lado, y la negativa de su propietario a ceder la titularidad del Ayuntamiento, por otro, están tambaleando los planes municipales para asumir los restos arqueológicos para convertirlos en sede de un futuro museo etnográfico local”.

El País, 13 de Agosto de 1996.

5.2.- VOCABULARIO

Albanegas: espacio decorado situado entre el arco y el alfiz.

Alfiz: moldura cuadrangular enmarcando el arco en la arquitectura musulmana.

Arco carpanel: arco rebajado formado por tres arcos de circunferencia.

Blasón: escudo de armas de una familia nobiliaria.

Bruñidos: resultado de brillo obtenido por frotación en la cerámica, caracterizando a los recipientes y vasijas de la cultura argárica.

Capitulaciones: acuerdos entre la Corona española y los musulmanes estableciendo las condiciones de rendición a cambio de recibir prerrogativas e inmunidades especiales, destacando especialmente las firmadas entre los Reyes Católicos y los gobernantes de Granada.

Catalogación: inclusión de un bien cultural en el Catálogo de Bienes del Patrimonio Histórico Andaluz.

Ceca: lugar donde se acuña o fabrica moneda.

Concesión: acción de ceder espacio público entre durante un cierto tiempo para su explotación económica a cambio de un canon a favor del Estado. Desde la ley minera de 1825 permitirá ceder el derecho de abrir minas.

Diezmo: prestación en frutos y ganados que los fieles abonaban a la Iglesia y que constituía en una décima parte del producto bruto de las cosechas.

Dovelas: pieza en forma de cuña componiendo el arco y caracterizándose por su disposición radial.

Historicismo: corriente arquitectónica característica del siglo XIX y parte del siglo actual hasta la irrupción del movimiento moderno, consistente en una recuperación arqueológica de estilos del pasado como fuente estética, originando la aparición de variantes como el neobarroco, neoclásico, neorrománico, neogótico...

Mamelones: abultamientos en forma de friso decorativo aplicado a los recipientes cerámicos.

Monfí: morisco de las cuadrillas de salteadores que actuaron por gran parte de Andalucía tras la expulsión de los nazaríes de Granada por los Reyes Católicos.

Rafa: cada una de las filas de ladrillo integrantes de una estructura arquitectónica.

Razzia: expedición de castigo realizada en primavera sobre el territorio enemigo con el objetivo de saquear y obtener esclavos.

Realengo: dominio territorial del rey, y en pleno desarrollo del régimen feudal será el único territorio estatal sometido al pode real. Si primeramente son extensos y numerosos, pues los territorios conquistados pasaban directamente a la corona, posteriormente disminuirán por las continuas donaciones a la nobleza y ordenes militares.

Repoblación: asentamiento de cristianos viejos venidos de la Meseta para instalarse en los territorios vacíos dejados por los moriscos expulsados.

Ungüentario: pequeño recipiente de vidrio, generalmente globular y de cuello largo y estrecho, destinado a contener esencias y perfumes.

Veta: filón o vena de mineral destacado por su color y textura con respecto al resto del corte geológico.

5.3.- BIBLIOGRAFÍA.

 

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